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16 beneficios del aceite de pescado Omega-3 para mejorar tu vida

La popularidad de los ácidos grasos Omega-3 ha crecido en los últimos años, y con razón. ¡La lista de beneficios y curiosidades interesantes del aceite de pescado Omega-3 es interminable! Dicho esto, si te preguntas cómo puede ayudarte específicamente este importante nutriente, estás en el lugar correcto.

Los 16 beneficios del aceite de pescado Omega-3

El Omega-3 es uno de los nutrientes más importantes que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. Tanto si estás buscando reforzar tu sistema inmunitario, protegerte contra enfermedades crónicas o mejorar tu condición física, el Omega-3 puede jugar un papel clave en tu bienestar general. Así es como puede ayudarte el Omega-3:

1. Equilibra la proporción de Omega-3 y Omega-6

En una dieta occidental típica, el consumo de Omega-6 tiende a ser mayor que el de Omega-3. Dado que el Omega-6 promueve la inflamación y el Omega-3 la reduce, equilibrar estos ácidos grasos es crucial para la salud general (1). Así pues, aumentar la ingesta de Omega-3 ayuda a restablecer este equilibrio, además de promover la salud cardíaca y reducir la inflamación.

2. Tiene efectos antiinflamatorios

El principal beneficio del Omega-3 es la reducción de la inflamación, ya que ayuda a disminuir las citocinas proinflamatorias (2). La inflamación crónica contribuye a muchas enfermedades, incluyendo la artritis y las enfermedades cardíacas. Al controlar la inflamación, el Omega-3 ayuda a protegerte contra estas afecciones y a aliviar los síntomas de los problemas existentes.

3. Puede ofrecer beneficios neuroprotectores

El DHA, un ácido graso Omega-3 clave, es un componente estructural importante de las células cerebrales. Su función es esencial para la formación de nuevas neuronas. En este sentido, los niveles bajos de DHA se han asociado con problemas cognitivos (3).

Los ácidos grasos Omega-3 también pueden ayudar a proteger el sistema nervioso de la inflamación, así como favorecer la recuperación de las lesiones o el estrés (4). Además, su consumo temprano se ha relacionado con un mejor desarrollo cognitivo en niños (3).

4. Puede retrasar el envejecimiento cerebral y la neurodegeneración

Los ácidos grasos Omega-3 pueden ayudarte a proteger tu cerebro a medida que envejeces, especialmente si padeces enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.

En estudios con animales, el Omega-3 redujo significativamente la acumulación de placa amiloide, la cual se observa comúnmente en el cerebro de personas con Alzheimer (5, 6) Una revisión sistemática de 2018 también reveló que la suplementación funcionó mejor en las primeras etapas de la enfermedad (7).

Otros estudios muestran que el Omega-3 puede ayudar a proteger las células cerebrales productoras de dopamina al reducir la inflamación, un factor que se cree que contribuye a la progresión del Parkinson (8, 9, 10). Aunque se necesita más investigación, estos hallazgos apuntan al posible papel del Omega-3 en la salud cerebral a largo plazo.

suplemento de omega-3 de intelligent labs con cápsulas blandas

5. Es un potenciador natural del estado de ánimo y la concentración

Los ácidos grasos Omega-3 (especialmente el EPA y el DHA) se han estudiado por su papel en la salud mental. Un metaanálisis de 26 estudios con más de 2000 participantes reveló que los suplementos de Omega-3 mejoraban los síntomas de depresión (11). Otros estudios vinculan los niveles bajos de Omega-3 con un mayor riesgo de sufrir trastornos del estado de ánimo (12).

En los niños, los Omega-3 pueden influir en el desarrollo cerebral y el comportamiento. Las investigaciones demuestran que los niños con TDAH suelen tener niveles más bajos de Omega-3 y un volumen reducido de materia gris, lo que puede afectar la concentración y el control de los impulsos. Si bien no es un tratamiento, los suplementos de Omega-3 pueden ayudar a controlar los síntomas comunes (13).

6. Favorece la fertilidad y un embarazo saludable

Los Omega-3 son claves para la salud reproductiva tanto de hombres como de mujeres. Durante el embarazo, el DHA contribuye al desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del bebé. Dado que la demanda fetal es alta, las mujeres embarazadas son más propensas a presentar deficiencia (14). Las investigaciones también sugieren que los Omega-3 pueden favorecer un flujo sanguíneo saludable y ayudar a reducir el riesgo de complicaciones como la preeclampsia y el parto prematuro (15, 16, 17).

Para quienes intentan concebir, los Omega-3 pueden ofrecer beneficios adicionales. En las mujeres, se ha estudiado su papel en el equilibrio hormonal y la inflamación, dos factores importantes en el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) y la endometriosis (18, 19).

En los hombres, las investigaciones han vinculado los ácidos grasos Omega-3 con una mejor calidad y motilidad de los espermatozoides, además de contribuir a reducir la gravedad del varicocele, un factor común que contribuye a la infertilidad (20, 21).

7. Contribuye a reforzar la salud inmunitaria

Los beneficios del aceite de pescado van más allá del bienestar general. Al ser grasas esenciales, los Omega-3 ayudan a regular la inflamación y a mantener la actividad celular normal. Existe evidencia científica que sugiere que también podrían ayudar a personas con enfermedades autoinmunes como el lupus o la enfermedad de Crohn, ya que reducen los síntomas relacionados con la inflamación (2).

De media, se prescribió menos medicación a quienes incluyeron Omega-3 en sus dietas. Esto ayuda a reducir los efectos secundarios negativos que suelen asociarse con los medicamentos recetados (2).

8. Puede promover la salud de la piel y el cabello

Algunos estudios sugieren que los Omega-3 ayudan a mantener la piel hidratada y pueden reducir la inflamación relacionada con la exposición al sol y enfermedades como la psoriasis. En un estudio, el 80% de las personas con psoriasis reportaron una mejoría de los síntomas después de tomar suplementos de Omega-3 (22, 23).

Por otro lado, las investigaciones sobre la caída del cabello de patrón femenino revelaron que la suplementación regular se relacionaba con una reducción de la caída del cabello, una mayor densidad capilar y un cabello más brillante con el tiempo (24).

9. Contribuye a gestionar los síntomas de la artritis reumatoide

El Omega-3 tiene un efecto positivo en los trastornos autoinmunes, pero parece ser excepcionalmente beneficioso para quienes padecen artritis reumatoide (AR). Los estudios han demostrado que el Omega-3 puede aumentar los compuestos antiinflamatorios tanto en pacientes con AR como en individuos sanos. Este efecto antiinflamatorio ayuda a reducir la inflamación, la rigidez y la sensibilidad articular (25, 26).

10. Favorece la salud ósea

Obtener suficientes ácidos grasos Omega-3 durante la juventud, en particular DHA, podría dar lugar a huesos más fuertes y sanos. Los niveles más elevados de Omega-3 en la sangre se asociaron con una mayor densidad mineral ósea. El Omega-3 es importante para la salud ósea a largo plazo y también reduce el riesgo de enfermedades óseas como la osteoporosis en etapas posteriores de la vida (27, 28).

11. Puede disminuir la gravedad del asma

Los pacientes con asma suelen tener niveles más bajos de Omega-3 y más altos de Omega-6 (este último se relaciona con síntomas más graves), y este desequilibrio puede contribuir a la gravedad del asma. Los estudios sugieren que los ácidos grasos Omega-3 tienen un efecto protector, reduciendo la intensidad de los ataques de asma y mejorando la capacidad respiratoria, lo cual puede dar lugar a menos ataques (29).

12. Promueve una buena salud ocular

Del mismo modo que con el cerebro, el Omega-3 es un componente básico para la formación de los ojos. Más allá del desarrollo, el Omega-3 también favorece la salud ocular al ayudar a las glándulas de Meibomio, que producen aceites protectores para evitar que los ojos se sequen. El Omega-3 ayuda a prevenir la inflamación que puede dañar estas glándulas, reduciendo el riesgo de ojos secos (30).

botella del suplemento de omega-3 de intelligent labs

13. Favorece la salud cardíaca

Los ácidos grasos Omega-3 son conocidos por ser saludables para el corazón.

De hecho, la Asociación Estadounidense del Corazón incluso reconoce sus beneficios. Los Omega-3 ayudan a mantener la función cardíaca y favorecen la salud vascular general (31). También pueden contribuir a reducir la presión arterial en personas con hipertensión (32).

14. Reduce el riesgo de diabetes

Los ácidos grasos Omega-3 pueden ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 1 y tipo 2. En varios estudios recientes, se descubrió que el Omega-3 previene la autoinmunidad de los islotes, que puede provocar diabetes tipo 1 en niños (33).

Para la diabetes tipo 2, que a menudo es causada por la obesidad, el Omega-3 también puede ser útil. En combinación con el ejercicio, el Omega-3 ayuda a regular el apetito y favorece la pérdida de peso. Esto puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes relacionada con la obesidad (34).

15. Mejora el perfil lipídico

Tu perfil lipídico incluye triglicéridos, colesterol y lipoproteínas como VLDL (lipoproteína de muy baja densidad), LDL (lipoproteína de baja densidad) y HDL (lipoproteína de alta densidad). Los niveles altos de VLDL y LDL están relacionados con problemas cardíacos, mientras que la HDL ayuda a regularlos (35).

El Omega-3 mejora el perfil lipídico al reducir los triglicéridos, lo cual disminuye los niveles de VLDL y LDL. También reduce la apolipoproteína B, una proteína que forma las lipoproteínas VLDL y LDL. El Omega-3 solo aumenta ligeramente la cantidad de HDL, por lo que su principal beneficio es la reducción de las lipoproteínas que causan más problemas (36).

16. Incrementa el rendimiento deportivo

Finalmente, el Omega-3 puede ayudarte a maximizar los beneficios de tus entrenamientos, ya que reduce el cortisol, una hormona que puede obstaculizar el crecimiento muscular, y estimula la síntesis de proteínas musculares (37).

El Omega-3 también mejora el flujo sanguíneo, es decir, te permite hacer ejercicio durante más tiempo evitando la fatiga a mitad del entrenamiento. Además, al proporcionar un buen flujo sanguíneo y reducir la inflamación, el Omega-3 puede aliviar el dolor posterior al entrenamiento. Esto significa que te recuperas de un entrenamiento extenuante más rápidamente (38).

¿Cómo disfrutar de todos estos beneficios del aceite de pescado Omega-3?

Aunque una dieta equilibrada debería ser suficiente, la mayoría de las personas no obtienen los niveles recomendados de Omega-3 solo con los alimentos. Aquí es donde entran en juego las cápsulas blandas de Aceite de Pescado Omega-3 Ultra Puro. Nuestro suplemento de aceite de pescado de alta calidad facilita obtener las cantidades óptimas de EPA y DHA. Para ser exactos, cada ración de 3 cápsulas blandas proporciona 2250 mg de ácidos grasos Omega-3, ¡sin el regusto a pescado!

Conclusión

El Omega-3 ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, desde la reducción de la inflamación y una mejor salud cerebral y cardíaca hasta un incremento del rendimiento deportivo. Incorporar más ácidos grasos Omega-3 a tu dieta, ya sea a través de pescado graso o mediante nuestro suplemento de Omega-3 Ultra Puro, puede brindarte efectos positivos a largo plazo para tu cuerpo y tu mente.

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  1. Ap, Simopoulos. “The Importance of the Ratio of Omega-6/Omega-3 Essential Fatty Acids.” Biomedicine & Pharmacotherapy = Biomedecine & Pharmacotherapie, 1 Oct. 2002, pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12442909/. ↩︎
  2. Simopoulos, Artemis P. “Omega-3 Fatty Acids in Inflammation and Autoimmune Diseases.” Journal of the American College of Nutrition, vol. 21, no. 6, Dec. 2002, pp. 495–505, pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/12480795/ ↩︎
  3. Singh, Meharban. “Essential Fatty Acids, DHA and Human Brain.” Indian Journal of Pediatrics, vol. 72, no. 3, 1 Mar. 2005, pp. 239–242, pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15812120/ ↩︎
  4. Simopoulos, Artemis P. “Omega-6/Omega-3 Essential Fatty Acid Ratio and Chronic Diseases.” Food Reviews International, vol. 20, no. 1, 2004, pp. 77–90, https://doi.org/10.1081/fri-120028831 ↩︎
  5. Jicha, Greg. “Omega-3 Fatty Acids: Potential Role in the Management of Early Alzheimer’s Disease.” Clinical Interventions in Aging, Mar. 2010, p. 45, https://doi.org/10.2147/cia.s5231 ↩︎
  6. Lim, G. P. “A Diet Enriched with the Omega-3 Fatty Acid Docosahexaenoic Acid Reduces Amyloid Burden in an Aged Alzheimer Mouse Model.” Journal of Neuroscience, vol. 25, no. 12, 23 Mar. 2005, pp. 3032–3040, https://doi.org/10.1523/jneurosci.4225-04.2005. ↩︎
  7. Canhada, Scheine, et al. “Omega-3 Fatty Acids’ Supplementation in Alzheimer’s Disease: A Systematic Review.” Nutritional Neuroscience, vol. 21, no. 8, 3 May 2017, pp. 529–538, https://doi.org/10.1080/1028415x.2017.1321813. ↩︎
  8. Bousquet, M., et al. “Beneficial Effects of Dietary Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acid on Toxin-Induced Neuronal Degeneration in an Animal Model of Parkinson’s Disease.” The FASEB Journal, vol. 22, no. 4, Apr. 2008, pp. 1213–1225, https://doi.org/10.1096/fj.07-9677com. ↩︎
  9. Delattre, Ana Marcia, et al. “Evaluation of Chronic Omega-3 Fatty Acids Supplementation on Behavioral and Neurochemical Alterations in 6-Hydroxydopamine-Lesion Model of Parkinson’s Disease.” Neuroscience Research, vol. 66, no. 3, Mar. 2010, pp. 256–264, https://doi.org/10.1016/j.neures.2009.11.006. ↩︎
  10. “Parkinson’s Severity Linked to Brain Inflammation.” Www.medicalnewstoday.com, 29 Aug. 2013, www.medicalnewstoday.com/articles/265378. ↩︎
  11. Liao, Yuhua, et al. “Efficacy of Omega-3 PUFAs in Depression: A Meta-Analysis.” Translational Psychiatry, vol. 9, no. 1, 5 Aug. 2019, https://doi.org/10.1038/s41398-019-0515-5 ↩︎
  12. Lange, Klaus W. “Omega-3 Fatty Acids and Mental Health.” Global Health Journal, vol. 4, no. 1, Mar. 2020, pp. 18–30, https://doi.org/10.1016/j.glohj.2020.01.004. ↩︎
  13. Sinn, Natalie, and Janet Bryan. “Effect of Supplementation with Polyunsaturated Fatty Acids and Micronutrients on Learning and Behavior Problems Associated with Child ADHD.” Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics, vol. 28, no. 2, Apr. 2007, pp. 82–91, https://doi.org/10.1097/01.dbp.0000267558.88457.a5 ↩︎
  14. Carlson, Susan E, et al. “DHA Supplementation and Pregnancy Outcomes123.” The American Journal of Clinical Nutrition, vol. 97, no. 4, 1 Apr. 2013, pp. 808–815, https://doi.org/10.3945/ajcn.112.050021. ↩︎
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  16. Qiu, Chunfang, et al. “Erythrocyte Omega-3 and Omega-6 Polyunsaturated Fatty Acids and Preeclampsia Risk in Peruvian Women.” Archives of Gynecology and Obstetrics, vol. 274, no. 2, 7 Mar. 2006, pp. 97–103, https://doi.org/10.1007/s00404-006-0140-4. ↩︎
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  24. Le Floc’h, Caroline, et al. “Effect of a Nutritional Supplement on Hair Loss in Women.” Journal of Cosmetic Dermatology, vol. 14, no. 1, 8 Jan. 2015, pp. 76–82, https://doi.org/10.1111/jocd.12127. ↩︎
  25. Akbar, Umair, et al. “Omega-3 Fatty Acids in Rheumatic Diseases.” JCR: Journal of Clinical Rheumatology, vol. 23, no. 6, Sept. 2017, pp. 330–339, https://doi.org/10.1097/rhu.0000000000000563. ↩︎
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  29. Oddy, W. H., et al. “Ratio of Omega‐6 to Omega‐3 Fatty Acids and Childhood Asthma.” Journal of Asthma, vol. 41, no. 3, Jan. 2004, pp. 319–326, https://doi.org/10.1081/jas-120026089. ↩︎
  30. Macsai, Marian S. “The Role of Omega-3 Dietary Supplementation in Blepharitis and Meibomian Gland Dysfunction (an AOS Thesis).” Transactions of the American Ophthalmological Society, vol. 106, 2008, pp. 336–356, pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/19277245/. ↩︎
  31. Siscovick, David S., et al. “Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acid (Fish Oil) Supplementation and the Prevention of Clinical Cardiovascular Disease.” Circulation, vol. 135, no. 15, 11 Apr. 2017, https://doi.org/10.1161/cir.0000000000000482. ↩︎
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  33. Norris, Jill M., et al. “Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acid Intake and Islet Autoimmunity in Children at Increased Risk for Type 1 Diabetes.” JAMA, vol. 298, no. 12, 26 Sept. 2007, p. 1420, https://doi.org/10.1001/jama.298.12.1420. ↩︎
  34. Parra, Dolores, et al. “A Diet Rich in Long Chain Omega-3 Fatty Acids Modulates Satiety in Overweight and Obese Volunteers during Weight Loss.” Appetite, vol. 51, no. 3, Nov. 2008, pp. 676–680, https://doi.org/10.1016/j.appet.2008.06.003. ↩︎
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  37. Smith, Gordon I, et al. “Dietary Omega-3 Fatty Acid Supplementation Increases the Rate of Muscle Protein Synthesis in Older Adults: A Randomized Controlled Trial.” The American Journal of Clinical Nutrition, vol. 93, no. 2, 15 Dec. 2010, pp. 402–412, https://doi.org/10.3945/ajcn.110.005611. ↩︎
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